El Tarot con la baraja Española

La lectura del Tarot mediante la baraja española se asemeja en muchísimos aspectos a la lectura que pueda realizarse con cualquier otra clase de Tarot ‘típico’. Es decir, que el desarrollo del proceso es prácticamente idéntico al de, por ejemplo, el Tarot de Marsella: el orden de las tiradas, la interrelación entre unas cartas y otras, la adjudicación previa de significados a cada naipe y a sus ‘familias’, etc.—. No obstante, nuestra baraja cuenta con menos cartas que la inmensa mayoría de los mazos adivinatorios: mientras que estos últimos tienen 78 cartas, la baraja española solo cuenta con 48.
A continuación, esbozamos algunos detalles tan significativos como curiosos en cuanto a las diferencias de la baraja española con el resto: además de los dos comodines omnipresentes en nuestros mazos —que no se utilizan para leer el Tarot—, la baraja española no cuenta con reinas. Al parecer, estas sí estaban presentes en la baraja española original, concebida y confeccionada en el mundo arábigo. Fueron retiradas, según se dice, por motivos supersticiosos. Asimismo, en las representaciones de los números 10 (La Sota), 11 (El Caballo) y el 12 (El Rey) de cada palo podemos observar el dibujo de las figuras completas, algo que no sucede en la baraja marsellesa.
Aunque en la actualidad suena rara —al menos fuera de los círculos especializados— la posibilidad de echar el Tarot con cartas de la baraja española, lo cierto es que durante mucho tiempo —y principalmente en nuestro país, claro—, esta arte adivinatoria contó con nuestros típicos naipes como principales aliados para dar respuestas a los inquietos consultantes. Incluso después de que las cartas de Tarot se expandieran a nivel global, esta costumbre continúo prevaleciendo durante décadas en la península ibérica.
Significado de los cuatro palos de la baraja española en el Tarot
El significado de cada uno de los cuatro palos de la baraja española aplicada al Tarot es el mismo que el que les ha sido otorgado de modo tradicional. Así, las copas están relacionadas con las facetas más sentimentales de los humanos —el amor, la amistad, etc.— y con los signos zodiacales de agua; los oros están vinculados a lo material —los bienes, la fortuna, etc.— y al plano del intelecto, así como a los signos de tierra; por su parte, las espadas —quizás el palo más ‘funesto’— suelen traer noticias que tienen que ver con sucesos negativos o conflictivos, a la par que se las relaciona con los signos de aire; por último, los bastos se vinculan a la energía, al movimiento, y sus signos asociados son los de fuego.
Al igual que sucede con el resto de barajas que se utilizan para leer el Tarot, en cada unos de los palos o familias existen cartas positivas y cartas negativas. Al margen del significado que cada naipe posea de manera original, inherente y, por tanto, preestablecido, será la persona encargada de realizar la tirada y la consecuente lectura quien determine la interpretación última de cada carta. En dichas interpretaciones entrarán en juego factores como la personalidad del consultante, el contexto vital por el que pasa en el momento en el que se realiza la tirada o la naturaleza del tema a abordar.
Cualquier persona NO puede realizar una lectura de Tarot
De lo dicho en el epígrafe anterior puede deducirse que, al igual que con el resto de mazos, para realizar una tirada / lectura en condiciones es necesario conocer el significado de cada naipe en profundidad. Para ello es preciso contar con una dilatada experiencia en la materia, o, lo que es lo mismo, haber contemplado de primera mano y en multitud de ocasiones —hasta llegar a comprenderlo— el modo en el que las cartas se relacionan entre sí, así como las distintas formas en las que expresan las respuestas que les son planteadas.
Dicho de una manera más sencilla: en manos inexpertas, una lectura de Tarot con baraja española suele dar como resultado unas conclusiones que poco o nada tienen que ver con lo que el lenguaje del Tarot ofrecería estando en buenas manos. De hecho, muchas cartas de la baraja española se prestan a interpretaciones opuestas, por lo que, como apuntábamos, lo más recomendable es que la tirada de Tarot con esta baraja —y, en nuestra opinión, también con cualquier otra— sea realizada por una persona con las dotes adecuadas.